Es domingo.
Se me dio un día más tranquilo porque la
logística de un paseo programado no cumplió su labor. Estoy en casa. Huele a
aguapanela recién hervida y los recuerdos de casa llenan mi lugar, como cuando la
aguapanela la hacía mi papá y uno esperaba desayuno en la cama. Fueron los
mejores años, así uno soñara con irse rápido, así uno quisiera cumplir la
mayoría de edad pronto para tener más libertades, así uno quisiera acabar
rápido la universidad para poder trabajar y valerse por sí sólo, así uno
quisiera ir alcanzando todos esos logros que desde pequeño le enseñaron debían
ser los cuales alcanzar, así uno dejara a un lado lo que siempre soñó, hasta
olvidarlo. Fueron los mejores años porque uno conservaba vivo el niño interior,
esa chispa que permite sonreír con mayor frecuencia, ese indescriptible
atardecer que se funde con una noche estrellada y verifica nuestra grandeza,
ese ser que siempre será una muestra clara de lo que somos, o debimos ser. Se
alcanzan los logros, hay algo parecido a la felicidad que llega como los ríos
al mar a llenar esos momentos, ahora lo dudo porque ya no estoy seguro de si
era realización personal o la alegría regalada a mis seres queridos. Esto está bien, esto está mal. No hagas
esto, haz esto otro. Esto no debe ser así, las cosas son así. Nunca digas esto.
No. No. No.
<< Antes de
seguir, no quiero culpar a nadie. No creo que uno sea educado para que pierda
el rumbo, esa no es la intención de nadie, pero también exijo entendimiento
cuando pretenda retomar el camino del que fui desviado.>>
Así se va la vida. Hay tanta presión desde
pequeños, que hasta hace unas generaciones les obligaban a los zurdos a
escribir con la derecha. Entonces vas creciendo, vas perdiendo. Serás formado
como una fotocopia de lo que es ideal. Tienes
que ser alguien en la vida. Te cortan las alas a punta de correcciones.
Ellos hacen lo que es mejor para ti. Por
qué no mejor intentar esto otro. Es mejor ir por el camino que ya
recorrieron otros y que, por supuesto, tuvieron éxito. <<Pero es que yo no soy ellos, yo soy yo.>>
Los logros siguen llegando, pero dejas de
considerarlos propios. Admiro a las personas que tienen mayor libertad.
Conservan su camino, reciben apoyo y a pesar de su similar formación, les es
más fácil enrutarse de nuevo, no se sienten perdidos, tienen el camino soñado
guiados por su niño interior.
A veces digo que me faltó coraje para enfrentar
lo impuesto y luchar por lo deseado, pero la verdad es que nunca tuve muy claro
qué era lo deseado. El olvido fue tan amplio que solo pude ver que la mejor
opción era una de esas en que lo encasillan a uno, una de las fotocopias que
antes menciono. Hoy, después de enfrentar todo eso que deseé cuando apenas
empezaba a conocer la libertad, puedo dar fe que no tomé la mejor decisión. Se
entiende que es muy valioso, en este mundo y en esta sociedad, tener una
carrera universitaria (Hay que estudiar
una carrera que le dé para comer y para sobrevivir) que permita tener las
comodidades merecidas. <<No es
cierto. Hablo como la fotocopia. Sé, ahora, que la mejor opción es esa en la
que uno es feliz y disfruta. >> Y es ahí cuando vienen las rupturas.
En algún momento, durante mis estudios universitarios, tuve la intención de no
continuar, sinceramente no tenía otra opción en mente, sólo sabía que esa no
era. Continué, por decisión ajena, por mi bien. << Por mi bien hubiera dejado hasta ahí. >> Terminé,
con varios tropiezos, realizando por los laditos esas actividades que en verdad
me llenaban de gozo, tuve que dejaras, igual.
A veces no es tan fácil saltar al vacío y tener
convicciones de todo eso que va en contra de lo que nos enseñaron. Siento que
me falta también coraje para entender qué es eso que está dentro de mí y que me
va a mostrar la luz que debo seguir. <<
Sentirse perdido es un sentimiento que no deseo a nadie. Es muy hijueputa estar
sin ni siquiera sentirse con valor propio.>>
El vacío es una masa amorfa que te envuelve y
te hace tener infinidad de sentimientos. Me sumé a esa masa gracias a una
decisión un poco forzada pero que me permitió dejar atrás eso que no me gustaba
del todo. <<Creo que la cagué un
poco para llegar a ello, pero nada es casualidad.>> Esa decisión afectó
a las personas alrededor, todos esperaban mucho más de lo que podía (o quería)
dar. Entonces hubo una ruptura y todavía no me reconcilio con la idea de ser
profesional. No en lo que soy. El ser exitoso lo tenía tan satanizado que me
enfrenté a todo lo contrario.
Caer, perderse, desconocerse, ser juzgado,
señalado, decepcionar…
<<Teníamos que
llegar a esto tarde o temprano, pero ¿Para qué tener que pasar por todo ese
proceso si era algo evitable que ahorraría disgustos?>>
Manos amigas llegan siempre, y no lo pensemos
tan literal. Regaños, consejos, empujones, refugio. Soy afortunado por contar
con los amigos que tengo, esos que, siendo clichés, se cuentan con los dedos de
la mano. Hermanos de sangre y de la vida. Uno no podría soportar tanto sólo,
siempre es más liviano todo con su compañía.
Me perdí, me encontré, hui de mi realidad. He
llegado tan lejos en la incertidumbre que volver va a ser una tarea difícil. Me
fui mar adentro, sin marcar una ruta en el mapa, sin rumbo, como si volver no
fuera importante, como si fuera un viaje sin retorno y lleno de olvido. Hay faros,
muchos faros por todo el trayecto, unos cerca, otros lejos, pero siempre hay
faros. Están ahí para reafirmar que, aunque hay adversidades, siempre habrá luz,
siempre habrá un camino, siempre habrá nuevos tesoros por perseguir y nuevas
rutas por recorrer. Navego en días nublados y fríos, mis preferidos.
Más que desconocerse, creo que es la presión social
la que hace que uno no entienda las decisiones que a veces toma, entonces yerra
y se siente mal, pero no es por lo realizado, es por ellos, los que esperan de
ti. Pasó también con alguien cercano y a quien yo juzgué también. al principio, como todos,
esperando cosas de la gente. Ella decidió irse, quería cumplir un sueño, vivir
otras cosas o lo que sea por lo que haya decidido irse. Se fue incluso después
de tener mucho éxito como profesional, la diferencia conmigo es que a ella sí
la llenaba de pasión su labor. Sus planes eran unos, pero la vida le mostró
otros y entonces todo fue cambiando, y ahora, a pesar de todo lo que queríamos
que hiciera, está en una realidad completamente diferente y es feliz. Eso es lo
más importante de todo, ser feliz <<Me
siento todo Coelho, aunque sí me gusta como escribe.>>
Al
final, eso es lo que hace que la vida tenga sentido, que después de dejar el niño
interior por un tiempo, cuando ya somos grandes, tengamos la capacidad de
encontrar el camino nuevamente, entender por qué estamos caminando hacia
determinado norte, mientras el suelo cambia y a veces nos es difícil
soportarlo. Aquí estamos, con lo que se necesita para vivir, con la tenacidad
para enfrentar la realidad, pero con una decisión importante por tomar. Está en
nuestras manos poner un límite a lo que realmente buscamos, pero, más
importante, es buscar eso y tenerlo claro, consciente e interiorizado.
Conocernos. Amarnos. No importa si no los complacemos.
Para terminar, uno de los faros más importantes
que ha pasado por mi vida me enseñó lo siguiente:
El amor es la comprensión profunda que me lleva
a aceptar, dar lo mejor, apoyar, valorar, respetar y agradecer por todo lo que
pasa en el universo.
PD. Creo que hay errores de redacción, gracias
por la debida corrección mental de cada uno, y disculpas por ellos.
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