Más reflexiones.

Ya son varios meses los que cuentan sin escribir, ha sido un tiempo con poca inspiración o simplemente un tiempo en el que la inspiración no era del todo positiva, porque a ciencia cierta puede ser positiva o negativa, así como la evolución (comparación extraña). De esos días en que uno se levanta bipolar y los recuerdos de buenos y malos ratos vienen a la mente, de nuevo una batalla de pensamientos invade la mente y no hay mucho qué hacer para contrarrestarlo, para mí éste tipo de confrontaciones con uno mismo son necesarias. Me cuentan de vidas que van bien, otras mal, todos los seres humanos tienen éstas confrontaciones, así se muestren tan fuertes como una piedra algunos y tan débiles como un invertebrado otros, dejando diferentes impresiones en el aire y para el que las coja, bien y para el que no, pues no.

Es curioso el hecho de poder leer tan bien a una persona, ya sea porque es demasiado predecible o de verdad se tiene la vara, como dicen por ahí, para ello; en días pasados entendí que hay quienes son muy independientes, y así se dejen ver por dentro, prefieren resolver su problemas solos, sin ayuda de nadie, defendiendo su privacidad a capa y espada y cerrándose a cualquier intento de psicoanálisis empírico. He querido ayudar en muchos casos, pero no dejan, no pretenden ofender pero simplemente no quieren depositar ni el más mínimo puñado de confianza en uno y evaden preguntas y proposiciones de cualquier forma posible con tal de limitar la entrada de segundos a sus vidas.

No queriendo ser trágico solo voy a concluir con esto que a lo mejor después las cosas, cambien o no, van a estar desarrolladas de la forma correcta y así guste o no, será la realidad. Hace un par de semanas se había dibujado una realidad totalmente diferente por ejemplo, pero todo es relativo y las variaciones emocionales de muchos, afectan en gran parte todo lo que se vive a diario, es como cuando un perro está jugando con algo y lo pierde, simplemente busca algo más con lo qué distraerse. Son curiosos el impulso y el sentimiento que me acompañan en éste momento, éste último no es malo ni es bueno, es más bien como neutro y me hace sentir tranquilo; en otros días hubiera terminado en estados totalmente opuestos, pero cada día se crece y se aprende y las maneras de proceder cambian a tal punto que se puede desconocer a sí mismo. 

La vida, Dios, el destino o quien quiera que afecte el curso de las cosas, siempre demuestran que lo que pasa es todo perfecto, por más malo que nos parezca, es lo correcto y lo mejor, no pudo haber sido diferente y como tal debemos aceptarlo y adaptarnos a lo nuevo, olvidar lo que ya pasó y seguir caminando hacia el futuro (frase famosa por la película: “La Familia del Futuro”, por cierto de mis favoritas).